¿Te sentirías seguro circulando a 200Km/hora por la autopista con los ojos cerrados? Lo entiendo, yo tampoco. En cierta medida, gestionar la situación financiera de la empresa sin datos fiables viene a ser como ese piloto temeroso… Aunque la solución es simple: abrir los ojos!!
¿Qué es el control financiero?
Siguiendo con la analogía, el control financiero representa esa solución para tu negocio. Y lo más atractivo es que está al alcance de cualquier empresario con unos solidos planes de negocio. El control financiero es un sistema de apoyo a la dirección con el que puedes medir el grado de consecución de la estrategia y los objetivos propuestos por la empresa.
¿Por qué es importante conocer y vigilar la información financiera de tu negocio?
Es demasiado común sentirte consumido por el día a día y tener la sensación constante de que deberías estar haciendo otras tareas más estratégicas para tu negocio. Sabes que hay margen para mejorar la eficiencia de los procesos. Sueñas con reducir el ruido constante y el estrés que genera el manejo de la información y la carga emocional que le inyectan los interlocutores.
Entre esas tareas elementales está la de diseñar un sistema de control financiero que te permita conocer los resultados reales de tu empresa y anticipar los cambios imprevistos que te desvían de tus objetivos. Suena bien y necesitas que encima simplifique el acceso a la información que necesitas cuando la necesitas.
¿En qué consiste el control financiero?
El objetivo del control financiero es justamente ese, ordenar la información con una estructura que representa tu estrategia y los indicadores que permiten medir la calidad de la ejecución. Es un proceso que comienza con un presupuesto, define los planes de ejecución y establece los criterios del análisis de los resultados. Ciertamente, se trata de ir más allá de conocer las finanzas de la empresa. El control financiero debe ayudar a anticipar los riesgos y plantear medidas correctoras en caso de desviaciones sobre los planes de negocio.
Los beneficios del control financiero.
Los beneficios de implementar un sistema de control financiero son muchos y afectan distintos aspectos del ecosistema de la empresa. El principal beneficio es la mejora en la calidad de la información facilitando tomar las decisiones adecuadas. Los efectos de conducir con seguridad negocio se trasladan a toda la estructura del negocio, rebajando los niveles de ansiedad y generando confianza. En retorno, esto permite liberar tiempo físico y espacio mental para implantar medidas de prevención que ayudan a garantizar los objetivos propuestos.
Estrategias de implementación.
Implantar un sistema de control financiero requiere principalmente de información, conocimiento y tiempo.
El primer paso es analizar la información disponible dentro del negocio. Quién la genera, cuando se genera, donde se almacena, quién la gestiona.
El segundo paso es ordenarla. Aquí está el reto mas exigente. Poner orden requiere levantar las alfombras, mover los muebles, tirar todo aquello que ya no tiene sentido. El orden es la base del control financiero.
Finalmente se requiere tiempo. Tiempo para planificar una estrategia con la información recabada, tiempo para ejecutar, tiempo para analizar. Tristemente es demasiado común oir decir a los propietarios y directivos de pequeñas y medianas empresas que no tienen tiempo ni para lo primero ni para lo último.
Conclusión.
Lo más importante a tener en cuenta sobre el control financiero es que es una inversión que está al alcance de todas las empresas. Es más, siendo realista es una inversión que se paga sola por distintas vías. Los beneficios son muchos, tangibles e intangibles. Todos fortalecen tu negocio y te aportan una visión más clara de tu posición. El reto es identificar las resistencias y apostar por conseguir tus objetivos.