Cómo controlar el dinero de mi negocio y no malgastar ni un céntimo.

Todos nos preguntamos cual es la mejor manera de controlar el dinero de mi negocio. En muchos casos, si los números te dan vértigo o parece que la información siempre está “viva” y es complicado saber cual es la realidad.

Te ofrecemos 4 consejos para poner a raya tus finanzas con el mínimo esfuerzo posible.

1. Establecer presupuestos:

Es primordial que tengas un plan financiero para saber cuales son tus deudas y los gastos del negocio para sentirte cómodo con la realidad de tu empresa. Este plan se plasma en un presupuesto de gestión para un año, por ejemplo, y es la herramienta de gestión que te permite anticipar los pagos de impuestos.

2. Control de los gastos:

Para controlar los gastos es imprescindible saber como gastamos el dinero. Necesitas apoyarte en herramientas de gestión para implementar este control. En este sentido, la contabilidad es la herramienta perfecta por su fiabilidad y bajo coste. Es una muy buena práctica, gestionar las finanzas de tu negocio desde la contabilidad o desde tu ERP si dispones de uno.

Teniendo un presupuesto como punto de partida, podrás comprobar si los gastos del negocio exceden los gastos del presupuesto. Debes tener en cuenta que un exceso de gastos inevitablemente conlleva un exceso de pagos y puede condicionar tu margen de maniobra en la gestión financiera. Es importante controlar que no se mezclen en la empresa los gastos personales o haya un mal uso de las tarjetas de crédito.

Estas conclusiones son las que van a ayudarte a mejorar la eficiencia del negocio desde el control de los gastos.

3. Revisar las formas de pago:

Como regla básica, no debes pagar más de lo que ingresas. Para conseguir este equilibrio, existen distintas formas de financiación para adecuar las fluctuaciones de ingresos con los compromisos de pago.

Una estrategia simple y de bajo coste financiero es la de pactar unas formas de pago con proveedores que te permitan generar los ingresos necesarios antes de la fecha de pago.

Para conseguir este objetivo puedes ordenar tus proveedores por importancia estratégica y volumen de compras. Con estos criterios, analizando tus previsiones de ingresos por la venta de tus productos y servicios, llegar a acuerdos que te permitan mantener una estabilidad financiera.

4. Revisar las deudas y llevarlas al día:

Para estar cómodo con tu nivel de ingresos y gastos, nuevamente apoyarte en la gestión del presupuesto es elemental. También es necesario trabajar con una previsión de tesorería que te permita anticipar los pagos a proveedores y atender otras deudas siempre observando la evolución de los ingresos.

Estas previsiones de tesorería te permiten anticipar situaciones complicadas para acudir a un banco a pedir financiación o renegociar condiciones con tus proveedores si se diera el caso. Controlando las previsiones continuamente

Conclusión.

Entender tus finanzas es entender a tus proveedores y conocer de cerca cómo gastas tu dinero. Al obligarte a ordenar tus pagos te obligas a identificar cada factura y verificar que el gasto realizado está dentro de tus necesidades. También te brinda la oportunidad de detectar los errores que hayas podido cometer, ofreciéndote una nueva oportunidad para corregirlos.

Con todo, controlar el dinero no es solo mirar los saldos en cuenta. Es entender cómo asignas tus recursos y, por supuesto, tener presente unas previsiones de ingresos sólidas que te den seguridad para seguir navegando cada día.

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